La segunda temporada de "Loki", protagonizada por Tom Hiddleston, ha concluido con un final que no solo redefine al personaje sino que marca un antes y un después en el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM). El último episodio nos muestra un Loki que, tras un viaje a través del tiempo y el espacio, descubre su verdadero propósito como el Dios del Tiempo y Árbol de los Mundos de Marvel.

La trama gira en torno a la lucha de Loki por controlar el deslizamiento temporal en la Autoridad de Variación Temporal (AVT). En su intento por prevenir la destrucción del Telar Temporal, Loki se embarca en una misión para comprender y solucionar los problemas de escala que impiden su funcionamiento óptimo. Esto lo lleva a enfrentarse con "El Que Permanece", quien le revela la verdadera naturaleza del Telar y las consecuencias de su destrucción.

El climax de la serie nos muestra a Loki tomando una decisión crucial: sacrificar su deseo de no estar solo para mantener el multiverso a salvo. En un acto de valentía y sacrificio, Loki destruye el Telar Temporal y, utilizando sus poderes, da vida a las ramificaciones temporales, convirtiéndose así en el guardián del multiverso.

Esta poderosa conclusión no solo eleva a Loki a un estatus divino, sino que también hace un hermoso guiño a la mitología nórdica con la representación del Yggdrasill, el árbol que une los Nueve Mundos. Loki se convierte en una figura central en el UCM, manteniendo unidas todas las realidades para evitar su colapso.

El final de esta temporada prepara el escenario para los próximos eventos importantes en el UCM, incluyendo "Avengers: The Kang Dynasty" y "Avengers: Secret Wars", con estrenos previstos para 2026 y 2027. Con Loki en el corazón del tiempo, los fanáticos pueden esperar una narrativa emocionante y llena de sorpresas en las próximas entregas del universo Marvel.