En un asombroso giro de eventos, un pastor de Colorado, Eli Regalado, ha sido acusado de perpetrar un fraude millonario a sus seguidores, utilizando una criptomoneda llamada INDXcoin, bajo el pretexto de que estaba siguiendo el mandato divino. En un comunicado emitido la semana pasada, la División de Valores de Colorado reveló que Regalado y su esposa, en un acto de traición a su comunidad cristiana, recaudaron cerca de 3.2 millones de dólares, de los cuales al menos 1.3 millones fueron desviados para su beneficio personal.

Según la demanda presentada el martes, Regalado comercializó la criptomoneda INDXcoin a las comunidades cristianas en Denver, asegurando que Dios les garantizaba riqueza si invertían en ella. El video del pastor, donde afirmaba que "El señor fue quien le dijo que lo hiciera", se volvió viral, generando una oleada de inversiones en la criptomoneda.

De los 1.3 millones de dólares desviados, medio millón fue destinado a impuestos, mientras que el resto se utilizó para financiar un estilo de vida lujoso. Regalado confesó en un video que una parte del dinero se destinó a una remodelación de la casa, justificándolo como un "mandato divino".

La Comisaria de Valores de Colorado, Tung Chan, expresó su indignación al presentar los cargos de fraude civil, destacando que Regalado se aprovechó de la confianza y la fe de su propia comunidad para venderles promesas extravagantes de riqueza. Chan afirmó que INDXcoin era una criptomoneda "ilíquida y prácticamente sin valor", subrayando la falta de integridad en la promoción de la misma.

El pastor, sin experiencia previa en criptomonedas ni en temas financieros, aseguró que la inspiración divina le llevó a lanzar INDXcoin y Kingdom Wealth Exchange. A pesar de las advertencias sobre la falta de valor de la criptomoneda, Regalado insistió en que "Dios hará un milagro en el sector financiero".

Este escándalo ha dejado a la comunidad cristiana conmocionada y plantea preguntas importantes sobre la integridad de los líderes religiosos en la era digital. ¿Hasta qué punto se puede confiar en aquellos que mezclan la fe con las finanzas? La comunidad ahora enfrenta el desafío de reconstruir la confianza y reflexionar sobre cómo prevenir casos similares en el futuro.