Daniel Bisogno, prominente figura televisiva, ha sido el foco de innumerables rumores sobre su salud en los últimos meses. Recientemente, trascendió la noticia de que se encontraba en terapia intensiva a causa de un choque séptico. Sin embargo, el propio Bisogno ha salido al paso de estas informaciones.
María Luisa Valdés, reconocida periodista, difundió a través de su cuenta en X que Bisogno se encontraba en estado crítico debido a un choque séptico, despertando preocupación y solidaridad entre seguidores y colegas. No obstante, Bisogno ha desmentido tales aseveraciones, clarificando que su hospitalización fue por la extirpación de su vesícula.
"Decidieron los doctores que era mejor retirar la vesícula para que todo estuviera bien. Y eso fue exactamente lo que pasó, combinado con las vacaciones que voy a tomar. Les suplico no inventar más patrañas, los quiero culeyes", expresó Bisogno en su cuenta de X.
El choque séptico es una afección grave derivada de una infección generalizada que provoca una peligrosa baja en la presión arterial. Su origen radica en una septicemia, donde el cuerpo responde de forma inadecuada ante una infección. Esta respuesta puede resultar en una disfunción orgánica y, si se agrava, desencadenar un choque séptico.
Diversas son las causas potenciales del choque séptico, incluyendo bacterias, hongos y, en raras ocasiones, virus. Los síntomas pueden variar, abarcando desde extremidades frías y pálidas, fiebres, mareos, hasta confusión.
Factores de riesgo del choque séptico incluyen diabetes, enfermedades que debiliten el sistema inmunitario, uso prolongado de antibióticos, entre otros.
Es importante recordar que hace unos meses, Bisogno reveló su hospitalización debido a una hemorragia por várices esofágicas, que puso en peligro su vida.
Por otro lado, Rosario Murrieta, compañera de Daniel en 'Ventaneando', compartió que Daniel daría más detalles sobre su salud en el programa. "Daniel mismo aclarará el punto de un momento a otro en Ventaneando," mencionó.
Finalmente, es esencial acercarnos a fuentes confiables y esperar comunicados oficiales ante situaciones que involucren la salud o la vida de cualquier individuo. El respeto y la prudencia deben prevalecer ante la propagación de rumores o informaciones no confirmadas.
